Elena Obieta, médica infectóloga y miembro de Sociedad Argentina Infectología (SADI), habló en el programa “El Tanke de Búnker”. El tema de la entrevista fue la situación en la que estamos hoy con la pandemia. Estas fueron sus declaraciones.
El jueves se confirmaron más de 40 mil casos de coronavirus en Argentina, lo que despertó la preocupación, y analizó: “Por supuesto que tenemos que preocuparnos por esta marca que supera los 40 mil, porque tenemos arriba del 30% de los hisopados. Tendríamos que estar como se dijo desde el principio, estamos en un 10%, algunos en 40%, eso quiere decir que estamos testeando menos y que seguimos teniendo mucha circulación del virus en la comunidad”.
“El impacto de las medidas que se tomaron la semana pasada, lo vamos a ver cuando se terminen. En 14 días vamos a evaluar si bajaron los casos, ahora estamos viendo lo que pasó hace 14 días. Por eso ninguna foto del día es útil, sino, ver la media móvil”, agregó.
“No hay peor medida que la que no se cumple. Si la gente, por motivos múltiples que puedo comprender, porque necesita trabajar, no cumple con las medidas y en simultáneo no se testea, ni se aíslan los contactos estrechos y se acelera la vacunación, el cambio va a ser poco”, aseguró al ser consultado por el efecto de las restricciones en estos nueves días.
También, afirmó que hay menos presencia de vehículos: “Al no haber presencialidad, hay menos autos, lo que sería un 30% menos de gente en el transporte público. Pero no te puedo contestar cuanta movilidad hubo, si se llegó a lo deseado. Los encargados de esto, verán si es necesario tomar medidas de cierre total intermitente, dos semanas abierto y dos semanas cerrado”.
“Tendremos que evaluar con los números. Lo que puedo decir es, que realmente estamos muy complicados en cuanto a casos, hay gente muy joven y una mortalidad del 70% de los pacientes en terapia. Tenemos embarazadas, graves. Tenemos una segunda ola difícil de contener, el sistema está muy agotado”, señaló cuando se trató el tema del regreso a las medidas anteriores.
Obieta, advirtió que la Copa América no debe jugarse en Argentina, ni en ningún otro país: “Entiendo que el fútbol mueve millones y entretiene a la gente, pero después te juntas con amigos a ver el partido, no estamos para esto. Y si no se juntan en la casa, cuántas veces hemos visto que la gente se junta en bares o en las calles”.