Los jóvenes detenidos de 17 y 14 años, son los principales sospechosos de la muerte de Nicolás Alexander Cernadas. Hoy se encuentran a disposición de la justicia, que halló un intercambio de mensajes entre los participes en los que admite su participación en el hecho.
Nicolás Alexander Cernadas tenía 13 años y el lunes hallaron su cuerpo sin vida, semicalcinado en un descampado de Mariano Acosta. Sufría de bullying por parte de sus compañeros en la Escuela Primaria N°30 «Federico José Zorraquín» y los adolescentes de su barrio.
El jueves detuvieron a dos jóvenes del mismo barrio en el que vivía Nicolás. Los investigadores analizaron los chats de los implicados; allí encontraron una conversación donde admiten lo que hicieron y que habían hallado el cadáver donde «lo habían dejado».
Según un tío de la víctima a Alexander ya había recibido amenazas en las semanas previas y que lo llevaron «totalmente engañado» a la escena del crimen; por otro lado, la prima dijo que sufría «bullying» por parte de sus agresores porque le decían «huérfano de mierda», que el crimen «fue planeado» y que «lo mataron porque le tenían bronca».
Con la detención del sospechoso que se encontraba prófugo, son dos los acusados que están a disposición de la Justicia de Menores de Morón, ya que el otro adolescente de 14 años se entregó ante la policía junto a su madre.
Si bien algunas fuentes mencionaban que podría haber un tercer adolescente involucrado, pero un vocero judicial aclaró que de acuerdo a las imágenes de las cámaras de seguridad que captaron el trayecto que realizaron los agresores con la víctima «los únicos relacionados con el crimen son el chico de 17 años detenido esta madrugada y el de 14 que se había entregado».
El joven de 14 años es inimputable, en cambio el de 17 quedará detenido y será indagado en las próximas horas por la fiscal a cargo de la causa, Aldana Zingg, de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil 2 de Morón.
Respecto del adolescente de 14 años, los voceros indicaron ayer se le dictó una «medida de seguridad» y fue derivado a un centro de menores.
Según los investigadores, la clave para esclarecer el caso fue el análisis de las redes sociales y los distintos teléfonos celulares secuestrados en el marco de la causa, en los que se estableció que los atacantes planearon la agresión de Cernadas (13), a quien conocían del barrio y le tenían «bronca y odio».
En una de las capturas de pantalla de los mensajes, el diálogo entre el imputado 1 y 2 (así serán identificados) se inicia así:
1: -No sé wacho (sic) estoy todo roto.
2: -Yo ando re con la cabeza a full por lo de ayer.
El imputado 1 envió dos mensajes de audio (su contenido se desconoce) y la respuesta es:
2: -Ya sé amigo. Pero queda el cargo de conciencia. Igual.
1: -Y sí
2: -Lo hicimos verga.
En una segunda captura de pantalla del celular de uno de los acusados, la charla continúa cuando uno de ellos ve en el canal Crónica TV la noticia del hallazgo del cadáver de Nicolás.
1: -Gato. Mirá. Ya. Ya. Lo encontraron en la zona donde lo dejamos. (El mensaje es acompañado por una foto de la pantalla de Crónica, cuyo videograf dice: “El cuerpo estaba totalmente quemado”).
2: -Nooo. Lpm (abreviatura de ‘la puta madre’). Ya está, cagamos.
El resultado preliminar de la autopsia que recibieron en las últimas horas los investigadores determinó que la muerte de Cernadas se produjo unas 24 horas antes del hallazgo, posiblemente el domingo por la tarde, y que la causa fue un paro cardiorrespiratorio traumático ocasionado por lesión alveolar difusa y por energía calórica, es decir que murió por los cortes y tras ser prendido fuego aún con vida.
El cuerpo fue descubierto el lunes último por la tarde en un campo ubicado entre las calles Ancaste y Gavilán, de la citada localidad del partido de Merlo, por un vecino que observó un cuerpo tirado boca abajo y parcialmente quemado en el rostro, el pelo, la espalda y ambos brazos, y luego fue identificado como Cernadas.
Luego, tras un primer análisis de las redes sociales se pudo establecer que la víctima mantuvo diálogos con tres jóvenes, también adolescentes, y en esas comunicaciones se descubrieron detalles macabros, uno de los cuales apunta a que uno de los involucrados filmó a su víctima en el momento del ataque y, luego, pretendía regresar a la escena del crimen para registrar con su teléfono el estado en el que había quedado el cadáver.
Apenas se conoció el hecho, intervino el fiscal Claudio Oviedo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Morón, quien ordenó a los investigadores policiales una serie de medidas para orientar la pesquisa, pero al determinarse que los involucrados eran menores, la causa pasó a su colega Zingg del Fuero Penal Juvenil.
En la mañana del jueves, Héctor, el tío de Cernadas aseguró que los dos implicados en el homicidio llevaron a su sobrino “totalmente engañado” a la escena del crimen y que ya “había sido amenazado de muerte” semanas previas al hecho.
“Un día Nicolás se presentó al colegio con un cuchillo porque lo habían amenazado de muerte», indicó esta mañana al canal de noticias C5N el hombre, quien aseguró que “recién ahora” se enteró de las intimidaciones que recibía su sobrino y lamentó que ningún adulto le comentara antes la situación.
En tanto, Johana Miranda, prima de la víctima, explicó que Nicolás padecía «bullying» por parte de los agresores, quienes le decían «huérfano de mierda», y afirmó que el crimen «fue planeado» y que «lo mataron porque le tenían bronca».
«Estuvo muy planeado. Ellos sabían bien lo que estaban haciendo porque le tenían bronca. Mi primo los conoció para su cumpleaños en agosto pasado y dos meses después lo mataron», afirmó Johana Miranda.