Esta semana, todas las miradas estuvieron puestas en Villa Lugano. En el barrio Padre Múgica, los vecinos viven en medio de un enfrentamiento entre bandas narcos. Rehenes de esta situación, cansados de no poder caminar con tranquilidad, manifestaron hasta que apareció personal de la policía para militarizar la zona. Grecia, una vecina, diálogo con El Tanke de Búnker para contar como se vive allí, las amenazas recibidas y demás.
“Estoy con mucho miedo, me pusieron a la policía para cuidarme. Yo vivo en la casa donde vinieron a balear, la mamá de dos chicos que casi los mataron, tuvieron que tirarse al piso para que no los maten. Soy la que se quedó sin trabajo, rompieron la peluquería. Estoy muy preocupada”, expresó.
Luego, añadió que reciben amenazas: “Nos amenazan con que si vamos a la tele, a la policía, nos van a matar y quemar a todos los que pedimos por seguridad”.
“Los chicos están con mucho miedo, traumados. Estamos los tres ahora, no querían venir, estaban con una vecina. Como vieron que estaban los policías cuidándome, volvieron conmigo”, dijo sobre la reacción de sus hijos.
“Por ahora, tengo custodia. Pero los policías no se quedan mucho tiempo, van a estar uno o dos días más. Los narcos saben que es así, que la policía trabaja así, y por eso amenazan”, contó.
“No tenemos a donde ir. Yo, soy una madre soltera que está luchando día a día para darle de comer a mis hijos. No me meto con nadie, soy tranquila. No quisiera irme a la calle, no tengo familia acá. Soy de Formosa”, agregó.
Grecia, admitió que al mudarse no sabía como era el barrio: “Hace como tres meses llegué, el barrio ya era así. Cuando vine, no sabía como era, porque me fui de Barracas para tener una vida mejor y me encontré con algo peor”.
“Esto fue un milagro, gracias a Dios que me hicieron caso mis hijos. Antes de irme, tengo dos trabajos, les dije que si escuchaban tiros que se tiren en un rincón, que hay una pared. Yo no estaba en el momento del ataque, fue a las nueve y media de la noche. Justo cuando cerré la barbería y me fui”, describió.
Por otra parte, confesó que perdió su trabajo en un geriátrico: “Son gente que realmente necesitan al personal. Si vos trabajas en un geriátrico, tenés que estar, no pueden esperarme a mí. Más que nada, es por los abuelos que necesitan. No es por mi”.
“Yo no estaba al tanto de nada, no sabía. El problema no era conmigo, sino con los dueño del alquiler de donde vivo. Por el perro, porque ya venían con tiroteos los narcos. Los delincuentes venían a robar y se enojaban, porque aparecía la policía. Por eso se agarraron con los delincuentes, para que se vayan y no venga más la policía. El perro les ladró, se asustó y le dieron un tiro”, relató.
“La dueña del perro preguntó por qué hicieron eso, si había bronca o no. Entonces, ahí amenazan. Dijeron que no solamente al perro, que ahora iban a matar a todos. Hacen las cosas por placer. Les gusta esto, no somos la única familia a la que le hacen esto. La dueña dijo que se iba porque la amenazaron. Entonces, le dije a mis hijos que fueran ahí si escuchan tiros, que no iba a pasar nada”, concluyó.