Juan Latrichano, economista, volvió a dialogar con el programa El Tanke de Búnker. El motivo, fueron los números arrojados de ayer que indicaban que una familia necesita más de 63 mil pesos para no ser pobre durante abril. Además, en el último año, la canasta total tuvo una suba de 47,8%.

“Con estos números, lo primero que debemos interpretar, es que el gobierno durmió una siesta. Hay conjunto de medidas que están dilatadas en el tiempo. No guarda relación, el problema es la premura con la que el gobierno debe imprimir las cosas. En marzo, ya tenía que estar reglamentada la ley de góndolas. Que yo sepa, todavía no lo está, y muchos menos implementado”, analizó.

“Esta ley establecía, porcentajes que tenía derecho de poner cada productor, de tal modo que se produjera una competencia seria de precios. Por otro lado, se habló de más de cien productos con precios congelados por 180 días, incluso se dijo que iban a estar en varios supermercados, pero esto se difirió. Y la carne, se implementaron una serie de corte populares, pero vi una carnicería con el kilo de nalga al mismo precio que el cuadril, es inadmisible. Por lo menos, que los cortes populares, estén a precios populares. Tiene que ver con grandes distorsiones”, agregó.

Con respecto a los precios y el lock-out rechazado por los empresarios, señaló: “Siempre hay medidas reparatorias, habrá que tener los precios a niveles que hagan satisfacer las necesidades básicas de nuestra gente. Y esto se puede hacer, es más, hay un consejo económico y social, que se sacaron la foto hace dos meses y no se supo más nada. La participación de los intendentes es nula en este tema, y se tienen que convertir en un militante político”.

Latrichano, apuntó a Horacio Rodríguez Larreta, quien mantiene su postura de clases presenciales: “Sigue hablando de este tema, y se empeña en decir que no contagia. Me parece que los gobernantes tienen que hacer un ejercicio de aprendizaje, de las cosas elementales”.

“Hay dos cosas, lo sanitario y la comida. Es clave esto. La mesa de los argentinos está desabastecida, en las clases populares, no les alcanza”, subrayó.

Juan Latrichano, economista, volvió a dialogar con el programa El Tanke de Búnker. El motivo, fueron los números arrojados de ayer que indicaban que una familia necesita más de 63 mil pesos para no ser pobre durante abril. Además, en el último año, la canasta total tuvo una suba de 47,8%.

“Con estos números, lo primero que debemos interpretar, es que el gobierno durmió una siesta. Hay conjunto de medidas que están dilatadas en el tiempo. No guarda relación, el problema es la premura con la que el gobierno debe imprimir las cosas. En marzo, ya tenía que estar reglamentada la ley de góndolas. Que yo sepa, todavía no lo está, y muchos menos implementado”, analizó.

“Esta ley establecía, porcentajes que tenía derecho de poner cada productor, de tal modo que se produjera una competencia seria de precios. Por otro lado, se habló de más de cien productos con precios congelados por 180 días, incluso se dijo que iban a estar en varios supermercados, pero esto se difirió. Y la carne, se implementaron una serie de corte populares, pero vi una carnicería con el kilo de nalga al mismo precio que el cuadril, es inadmisible. Por lo menos, que los cortes populares, estén a precios populares. Tiene que ver con grandes distorsiones”, agregó.

Con respecto a los precios y el lock-out rechazado por los empresarios, señaló: “Siempre hay medidas reparatorias, habrá que tener los precios a niveles que hagan satisfacer las necesidades básicas de nuestra gente. Y esto se puede hacer, es más, hay un consejo económico y social, que se sacaron la foto hace dos meses y no se supo más nada. La participación de los intendentes es nula en este tema, y se tienen que convertir en un militante político”.

Latrichano, apuntó a Horacio Rodríguez Larreta, quien mantiene su postura de clases presenciales: “Sigue hablando de este tema, y se empeña en decir que no contagia. Me parece que los gobernantes tienen que hacer un ejercicio de aprendizaje, de las cosas elementales”.

“Hay dos cosas, lo sanitario y la comida. Es clave esto. La mesa de los argentinos está desabastecida, en las clases populares, no les alcanza”, subrayó.

Juan Latrichano, economista, volvió a dialogar con el programa El Tanke de Búnker. El motivo, fueron los números arrojados de ayer que indicaban que una familia necesita más de 63 mil pesos para no ser pobre durante abril. Además, en el último año, la canasta total tuvo una suba de 47,8%.

“Con estos números, lo primero que debemos interpretar, es que el gobierno durmió una siesta. Hay conjunto de medidas que están dilatadas en el tiempo. No guarda relación, el problema es la premura con la que el gobierno debe imprimir las cosas. En marzo, ya tenía que estar reglamentada la ley de góndolas. Que yo sepa, todavía no lo está, y muchos menos implementado”, analizó.

“Esta ley establecía, porcentajes que tenía derecho de poner cada productor, de tal modo que se produjera una competencia seria de precios. Por otro lado, se habló de más de cien productos con precios congelados por 180 días, incluso se dijo que iban a estar en varios supermercados, pero esto se difirió. Y la carne, se implementaron una serie de corte populares, pero vi una carnicería con el kilo de nalga al mismo precio que el cuadril, es inadmisible. Por lo menos, que los cortes populares, estén a precios populares. Tiene que ver con grandes distorsiones”, agregó.

Con respecto a los precios y el lock-out rechazado por los empresarios, señaló: “Siempre hay medidas reparatorias, habrá que tener los precios a niveles que hagan satisfacer las necesidades básicas de nuestra gente. Y esto se puede hacer, es más, hay un consejo económico y social, que se sacaron la foto hace dos meses y no se supo más nada. La participación de los intendentes es nula en este tema, y se tienen que convertir en un militante político”.

Latrichano, apuntó a Horacio Rodríguez Larreta, quien mantiene su postura de clases presenciales: “Sigue hablando de este tema, y se empeña en decir que no contagia. Me parece que los gobernantes tienen que hacer un ejercicio de aprendizaje, de las cosas elementales”.

“Hay dos cosas, lo sanitario y la comida. Es clave esto. La mesa de los argentinos está desabastecida, en las clases populares, no les alcanza”, subrayó.